Mindfulness qué es y por qué aprenderlo.
El mindfulness, la atención plena o la consciencia plena, es una capacidad de la mente para situarse en el momento presente sin juicios ni valoraciones.
Mediante esta habilidad podemos ver la realidad tal y como es en cada momento sin las distorsiones de la mente, como si se reflejara en un espejo.
Normalmente vivimos la vida desconectados de la experiencia presente, sin darnos cuenta de qué está sucediendo realmente mientras sucede. A veces, funcionando como si fuéramos autómatas, dejándonos arrastrar por las circunstancias, los pensamientos, sensaciones o emociones. Permitiendo que la vida pase por nosotros mientras la cabeza está en otro lugar distinto.
Seguro que alguna vez has tenido la experiencia de estar conversando con alguien, y de pronto descubrir que no se estaba enterando porque estaba pensando en otra cosa, o has conducido sin apenas saber cómo y por dónde has ido, o has degustado una suculenta comida sin saborearla, o te ha pasado desapercibido un gesto de ternura de sus hijos o familiares… Si te paras a reflexionar un instante, descubrirás la cantidad de cosas que realizas al cabo del día de forma automática y cuántas veces reaccionas de forma impulsiva.
Tal y como funciona la mente humana, tenemos una tendencia tremenda a perder, sin querer, ese momento tan sutil que es el presente, sin percatarnos que en realidad es lo único que tenemos. Sin embargo la mente, con su extraordinaria capacidad de viajar en el tiempo, frecuentemente anda enredada en cosas que ya pasaron, que ya no existen y que no podemos cambiar, o en preocupaciones o fantasías del futuro, que desconocemos y que no podemos controlar. Sintiéndonos profundamente desconectados y ajenos a la realidad.
Por otro lado, el momento que nos ha tocado vivir, donde los cambios se suceden a una velocidad vertiginosa, tampoco ayuda mucho. Los avances tecnológicos, científicos y sociales, provocan una demanda excesiva a nuestras estructuras psicológicas, haciéndonos sentir desbordados, inadaptados y eternamente insatisfechos por no poder cubrir todas las necesidades que va generando esta sociedad de consumo.
Con tantas cosas en la cabeza no dejamos espacio para el momento presente, serenar la mente y cultivar esta cualidad de mindfulness puede hacer que vivamos nuestras vidas de manera más atenta y consciente, de manera más plena, saludable y con mayor bienestar.
Origen del Mindfulness
El término mindfulness es la traducción inglesa de la palabra pali “sati”, que en español hemos traducido como atención plena o consciencia plena. Tiene su origen en las tradiciones contemplativas y espirituales, fundamentalmente en la filosofía budista. Sin embargo, distintas áreas de conocimiento como la psicología, la medicina, la educación, etc., lo han sacado de este contexto religioso aplicándolo de manera secular, con el fin de poder hacer extensiva la práctica de la atención plena a cualquier persona que pueda beneficiarse de sus efectos.
Uno de los pioneros en introducir la práctica de la atención plena en un contexto médico para aliviar el dolor crónico y paliar los efectos nocivos del estrés, fue Jon Kabat-Zinn. En 1979 creó y desarrolló el programa de Reducción de Estrés Basado en Mindfulness en el Centro Médico de la Universidad de Massachussett. Desde sus orígenes a la actualidad miles de personas se han beneficiado de su aplicación en este Centro y en el resto del mundo. Muchos de los programas desarrollados posteriormente, tienen una estructura similar a este y la mayoría de ellos han sido validados científicamente o están en proceso de hacerlo.
Qué entreno en un programa de Mindfulness
Lo que cultivas cuando sigues un programa o una intervención basada en mindfulness es la cualidad humana que todos poseemos de estar aquí y ahora con una actitud de apertura y aceptación. Esto te permitirá situarte frente a la realidad de manera objetiva, percibiendo las cosas como son, sin las distorsiones que imponen los juicios, las valoraciones, las ideas preconcebidas, las comparaciones o las expectativas.
Con las practicas de atención plena entrenarás tu capacidad de enfocar la atención en lo que sucede instante tras instante sin tomar partido, observando de forma imparcial la naturaleza cambiante de las cosas, sin aferrarse a lo bueno, sin rechazar lo malo. Esta atención pura, no conceptual, otra afección de la palabra sati, es algo ligero y sutil que fácilmente se escapa o simplemente no podemos acceder a ella por la gran cantidad de hábitos mentales que hemos hiperdesarrollado como: conceptualizar, analizar, juzgar, clasificar, anticiparnos a las cosas, recordar, etc. El mal empleo de todas estas facultades mentales, son las responsables, en gran medida, del sufrimiento estéril que tenemos los seres humanos y que podríamos ahorrarnos.
Cuando aprendemos las estrategias adecuadas para desarrollar la atención plena, descubrimos que esa manera de conectar con la experiencia inmediata a la vez sutil y profunda, puede cambiar nuestra visión del mundo, de nosotros mismos y de los demás y la forma en que nos relacionamos con todo ello.